La Doca, también conocida como "Dedos de ángel" (Carpobrotus chilensis), es una planta suculenta originaria de Chile, aunque algunos atribuyen su origen también a Sudáfrica. Esta planta se caracteriza por su capacidad de adaptación a condiciones extremas, lo que la hace ideal para cubrir grandes extensiones de terreno, especialmente en taludes, dunas y áreas costeras. Con un crecimiento rastrero que no supera los 10 cm de altura, la Doca es un excelente cubresuelo que prospera a pleno sol. Su régimen foliar es persistente, lo que significa que mantiene su follaje durante todo el año. Sus hojas carnosas, en forma de dedos, almacenan agua, permitiéndole sobrevivir con un riego mínimo, convirtiéndola en una planta de bajo mantenimiento. Durante la primavera, la Doca florece con vibrantes flores de color fucsia , que añaden un toque de color intenso a los paisajes áridos y costeros. Aunque tiene una resistencia media a las heladas, es más adecuada para climas templados y cálidos donde puede aprovechar al máximo su capacidad para cubrir suelos secos. Por su rusticidad y facilidad de cuidado, la Doca es una opción preferida para estabilizar suelos en áreas donde el agua es escasa, proporcionando no solo un valor estético sino también una solución ecológica y sostenible para el control de la erosión.